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Arquitectos: Andrés Remy Arquitectos; Andrés Remy Arquitectos
- Área: 650 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Alejandro Peral
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta vivienda se ubica en un lote privilegiado de La Patagonia Argentina, rodeado de verde y con increíbles vista al Río Limay.
Su original implantación, con la vivienda retirada hacia el fondo, nace de la decisión de acercarse y captar las mejores visuales al río, generando así el jardín hacia el frente aprovechando el mejor asoleamiento.
Esta vivienda de 650m2, se resolvió en corte, generando tres niveles de funciones que dialogan entre sí mediante un espacio central, pero conservando la intimidad entre los ambientes. La parte social se encuentra elevada para lograr las mejores visuales al paisaje, a la cual se accede mediante una rampa irregular, logrando una experiencia de recorrido única para acceder a la casa.
El programa privado se divide en dos, un sector para los hijos que irán de visita y otro para los padres de la casa.
De esta manera, los dormitorios de huéspedes y spa se comunican directamente con el jardín, quincho y pileta, agrupando así las funciones de mayor ruido y movimiento, y ubicando la suite principal en un tercer nivel para lograr mayor intimidad.
Esta idea de partido funcional y el corte singular que integra los tres niveles a través de un espacio verde central, le dan mucha singularidad a este proyecto.
La rampa de acceso realizada con piezas rectangulares de pórfido cortado a medida, nos invita a emprender un recorrido que despierta nuestros sentidos, donde nos envuelve el perfume de las plantas aromáticas dispuestas allí cuidadosamente, que son utilizadas por los dueños a la hora de cocinar.
Desde allí podemos contemplar el paisaje y la increíble piscina irregular, hasta llegar a la puerta de acceso monumental de 4m de alto diseñada con piezas de Lapacho del lugar, trabajadas en relieve y cortadas a medida.
En su interior se optó por el uso de una paleta de materiales calidad y rústica, trabajando los muebles con maderas laqueadas blancas, enchapados de nogal teñido y lapacho envejecido y arenado.
El living con pisos anchos de lapacho macizo, se rodea de un espejo de agua elevado y con vegetación que hace eco del río que aparece detrás.
La escultórica escalera de hormigón crudo se combina con piezas de chapa negra que acentúan la verticalidad del vacío central, dibujando la trama de la cascada en triple altura y resolviendo las anchas barandas que permiten apoyarnos para contemplar el espacio.
El spa, que aparece como un espacio de relax dentro de la casa, se resuelve con pisos de granito negro absoluto y piedra laja para revestir la pileta, y se conecta visualmente con la pileta exterior a través de un triple vidrio. Un gesto lúdico que permite ver la gente nadando y genera reflejos de luz únicos sobre la pared de piedra.
El quincho ubicado en el mismo nivel que la piscina, posee dos grandes ventanales vidriados a sus extremos que se abren totalmente para conectar el interior con el exterior. De una estética rústica, las paredes revestidas en lapacho arenado ocultan puertas y despensas, dialogando con la parrilla de chapa enfrentada, materiales elegidos para darle calidez a este ambiente, que tiene mucho uso durante todo el año.
Una casa que nos deslumbra a cada paso, por su originalidad, calidez y cuidado en los detalles, mimetizándose con el entorno y haciendo honor al gran protagonista, el paisaje.